La campaña de Trump afirma que fue hackeada por Irán, aunque no está claro qué información obtuvieron los piratas informáticos acusados, si es que obtuvieron alguna. Según se informa, el FBI está investigando el asunto.
Esto es lo que sabemos con certeza: en un informe publicado el viernes pasado, Microsoft afirmó haber descubierto a un grupo vinculado al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) que utilizaba una “cuenta de correo electrónico comprometida” para intentar acceder al sistema de un “alto funcionario de una campaña presidencial”. La empresa no mencionó el nombre de la campaña presidencial ni dio más detalles sobre si el intento tuvo éxito.
El sábado, Politico publicó un informe que detallaba los documentos que había recibido de una misteriosa dirección de correo electrónico de AOL de alguien que se hacía llamar Robert. Los materiales parecían ser de la campaña de Trump e incluían un borrador de lo que parecían ser los perfiles de investigación del potencial candidato a vicepresidente, el senador de Florida Marco Rubio, y del candidato real de la campaña, el senador de Ohio JD Vance. El domingo, el New York Times dijo que había recibido lo que parecían ser los mismos documentos, de una persona que afirmaba ser también la fuente de Politico.
Poco después de que Politico publicara su artículo del sábado, la campaña de Trump le dio a Politico una declaración en la que afirmaba que “fuentes extranjeras hostiles a los Estados Unidos” les habían robado los documentos; la declaración continuaba sugiriendo que Irán estaba detrás de la comunicación con Politico. El expresidente Donald Trump hizo esa sugerencia explícita el sábado por la noche, escribiendo en Truth Social: “Microsoft Corporation nos acaba de informar que uno de nuestros muchos sitios web fue hackeado por el gobierno iraní. ¡Nunca es algo agradable!”.
El lunes, el FBI anunció que está investigando la afirmación de Trump.
Sigue habiendo mucha incertidumbre en torno al supuesto hackeo y a los intentos extranjeros de interferir en las elecciones de 2024, pero hay otras cosas clave que conviene saber.
¿Qué sabemos sobre los hackers iraníes y la campaña de Trump?
Aunque la campaña de Trump ha declarado explícitamente que fue el objetivo de un ataque iraní, Microsoft aún no ha sido tan contundente.
Según el informe de Microsoft, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) ha estado llevando a cabo una campaña de piratería informática a gran escala en la que han participado al menos cuatro grupos (Cotton Sandstorm, Lemon Sandstorm, Mint Sandstorm y Peach Sandstorm) durante los últimos ciclos electorales. Microsoft afirma que su Centro de Análisis de Amenazas de Microsoft, un departamento encargado de proteger tanto a la empresa como a su base de usuarios de los delitos cibernéticos, se dio cuenta de que alguien «envió un correo electrónico de phishing en junio a un funcionario de alto rango de una campaña presidencial desde la cuenta de correo electrónico comprometida de un ex asesor principal».
El phishing selectivo es cuando un hacker o un grupo de hackers intenta acceder al espacio digital de una persona u organización específica colocando un enlace malicioso en un mensaje que, cuando el destinatario hace clic, puede instalar malware en una máquina que permite a los hackers acceder a la información que contiene. Microsoft dijo en una publicación de blog que ha «notificado a las personas afectadas» en el intento de phishing selectivo.
Aunque el informe del MTAC no es explícito sobre el éxito del intento de phishing de Mint Sandstorm, sí describe otras formas en las que el CGRI parece estar planeando influir en las elecciones, incluso mediante la creación de sitios de noticias falsos que contienen contenido polarizador sobre el conflicto entre Israel y Hamás y los derechos LGBTQ, así como sobre los propios candidatos presidenciales.
Si Irán está detrás del intento de phishing y si el país compartió documentos con periodistas estadounidenses, eso podría indicar un intento de alejar a los votantes de Trump. El expresidente ha afirmado que su política hacia Irán es mejor y más dura que la de los demócratas.
Su primer gobierno sí ejerció una “máxima presión” sobre la República Islámica y ordenó el asesinato del comandante del CGRI, Qassem Soleimani, en enero de 2020, lo que supuso un golpe tanto práctico como ideológico para Irán. Soleimani era una figura venerada en el país y una fuerza central detrás de grupos externos afiliados al régimen, entre ellos Hezbolá en el Líbano y milicias chiítas en Irak y Siria.
Trump también anuló un acuerdo nuclear de 2015 que, entre otras cosas, habría aliviado las sanciones a cambio de una mayor supervisión internacional y la reducción gradual del programa de desarrollo de armas nucleares de Irán. Eso permitió a Irán acelerar su desarrollo armamentístico.
¿Qué significa esto para la campaña de 2024?
Los documentos que recibieron los periodistas no parecen contener ninguna bomba que altere la campaña.
Pero toda esta saga es un recordatorio de que los intentos en línea de influir en los votantes, similares a los esfuerzos rusos en las elecciones de 2016 y 2020, también están en juego esta vez. Rusia y China también están intentando influir en las elecciones actuales, según Microsoft.
Entre esos esfuerzos parecen estar los programas chinos que utilizan las redes sociales para inflamar las tensiones sobre cuestiones como las protestas universitarias que tuvieron lugar esta primavera. Gran parte de los esfuerzos de Rusia parecen centrarse en sembrar desinformación sobre Ucrania y su relación con el aparato de inteligencia estadounidense, así como en inflamar la polarización en Internet, en particular sobre la inmigración.
A poco menos de tres meses de las elecciones, es probable que veamos más intentos de Irán, pero también de Rusia y China, de interferir en las elecciones estadounidenses.